Pintura


Pintura

     1 .  Arte de pintar.

     2. Tabla, lámina o lienzo en que está pintada una obra.

     1.  Es el arte de representar o figurar un objeto, idea o forma en una superficie, con líneas y colores convenientes, con una finalidad representativa, expresiva o decorativa. Se basa en la forma y el color. Se ha dado en las culturas de todos los tiempos y lugares. Aparece ya en la Prehistoria con pinturas rupestres de gran calidad, como por ejemplo las cuevas de Altamira al norte de España o la cueva de los Letreros al sur.      
                       
Los orígenes de la pintura se remontan a tiempos inmemoriales. Representaciones pictóricas aparecen en las cuevas de Altamira, Templos y Palacios de Egipto, Grecia, Roma, Mesopotamia, india, en los petroglifos Indígenas, Aztecas, Mayas, etc.

Pinturas de Altamira


Edad Antigua
Aquí se encuentra la gran diferencia entre el animal y el hombre:
el primero se mueve por instintos y el segundo por la experiencia consciente, que le
permite utilizar lo que le rodea para lograr sus metas. Desde este momento surge la humanidad y con ella, por su necesidad de expresarse, el arte. Esto ocurre en la Prehistoria (35.000-3000 a.C.), concretamente en Paleolítico Superior, cuando las primeras manifestaciones artísticas que se conocen nos alumbran ya sobre algunas cuestiones importantes que deben ser el punto de partida para el historiador del arte, a pesar de venir de los artistas más primitivos.
Los animales pintados en las paredes de las cuevas paleolíticas se identifican fácilmente, pues son muy parecidos a los de verdad, aunque no exactamente iguales, ya que se muestra de ellos sólo lo esencial a través de unas cuantas líneas rellenas después con color. Por tanto, ya desde entonces el arte tiene en cuenta la realidad, pero no necesariamente para reproducirla como es o como la vemos, pues todo depende del objetivo concreto que persiga el artista en cada época. Aproximadamente desde el tercer milenio a.C. al siglo V d.C. Es entonces cuando surgen los grandes imperios orientales de Egipto y Mesopotamia, coetáneos y vigentes hasta el siglo VII a.C. Asistimos ahora a un largo período de unos cinco mil años más o menos, que es cuando realmente comienza el arte como proceso continuado, estableciéndose unos principios constantes que obedecen
a una concepción teocrática. Después, pero también dentro del mundo antiguo, se logra la unidad del Mediterráneo a través de Grecia, de Roma y del cristianismo. Los griegos (siglo VII a.C. – I d.C.), que coinciden al principio cronológicamente con los últimos imperios egipcio y mesopotámico, actúan como sus transmisores, pero también ofrecen aportaciones decisivas que constituyen el soporte de todo el mundo occidental. Con ellos, y después con los romanos a partir del siglo III a.C., se desarrolla la cultura clásica, llamada así por alcanzar las máximas cotas de perfección, con un arte basado en la realidad, una filosofía que explica racionalmente el mundo y coloca al hombre en el centro de todo, al margen de la religión, y una organización política que evoluciona hacia todas las formas conocidas.

Pintura Egipcia

Pintura Griega, Aquiles y Ayax jugando a los dados


Edad Clásica
Con los romanos a partir del siglo III a.C., se desarrolla la cultura clásica, llamada así por alcanzar las máximas cotas de perfección, con un arte basado en la realidad, una filosofía que explica racionalmente el mundo y coloca al hombre en el centro de todo, al margen de la religión, y una organización política que evoluciona hacia todas las formas conocidas. El Imperio romano (siglos I a.C. – V d.C.) extiende el legado griego a través de sus conquistas hacia todos los pueblos mediterráneos, imponiendo durante casi cinco siglos un universalismo político y cultural sobre el que el cristianismo impondrá su idea de igualdad entre todos los hombres, lo que contribuye a la disolución de un imperio asentado sobre una rígida división social. Se forja así un arte paleocristiano que es paralelo a la fijación clara de la ortodoxia por parte de la Iglesia ante el peligro interno de las herejías

Pintura clásica Romana

Edad Media
En los (siglos V – XV d.C.) supone el fraccionamiento de la unidad mediterránea
por la irrupción de dos pueblos nómadas, los bárbaros en el siglo V de nuestra era y el Islam en el siglo VII. Ambos se imponen desde el punto de vista político, aunque culturalmente son inferiores a los romanos. Sin embargo, muchos elementos de éstos son asimilados por los reinos bárbaros, que van configurando la imagen de Europa, y también se conservan y se desarrollan en Bizancio, que, en la parte oriental de lo que fue el Imperio romano, cuenta con la religión cristiana como principal factor de cohesión. Sobre esta misma base, y conviviendo con el mundo islámico, Occidente se consolida, primero en el Románico y después en el Gótico, hasta llegar al siglo XV, cuando unas monarquías nacionales, una nobleza al servicio de ellas y una
burguesía que actúa como verdadero motor económico ofrecen las estructuras necesarias para entrar en la modernidad. Pero hasta entonces, todo el arte medieval, ya sea cristiano (bizantino, románico y gótico) o islámico se centra fundamentalmente en lo religioso, con una visión teocrática del mundo que enlaza con la de los antiguos egipcios y mesopotámicos.

Pintura Bizantina 

Pintura Romántico 

Pintura Gótica

Edad Moderna
La Edad Moderna supone abandonar la idea de la unidad imperial que había presidido
la Edad Media en aras de una diversidad nacional y religiosa, ahora con católicos y protestantes, que se acompaña de un cambio en la sociedad y en las mentalidades. Esto es evidente ya en el siglo XV italiano y en el XVI europeo, cuando el Renacimiento desprecia lo medieval y vuelve a lo clásico para renovar el arte, ahora nuevamente independiente de la religión y ligado a la ciencia, lo que entronca con el predominio de los ideales burgueses, que se alían con las monarquías para fortalecerlas en detrimento de la nobleza. Ésta se transforma en el siglo XVII, cuando es dominada por reyes que instauran un absolutismo radical apoyado por el catolicismo y la burguesía, que ostentan la fuerza religiosa y económica respectivamente. Es la época del Barroco, que concibe el arte como glorificación de las monarquías absolutas y de la Iglesia en los países católicos, y de los burgueses en los protestantes. Después, en el siglo XVIII se quebrantan los cimientos de lo que había sido en los dos siglos anteriores el Antiguo Régimen, cuando era inviable el ascenso de una clase social a otra dentro de una pirámide que encumbra al rey, centro de toda autoridad, y que hace derivar de él los demás estamentos. La ruptura, que es paulatina, lleva a la burguesía a conseguir un poder político proporcional al económico que ya disfrutaba. Esto sucede a raíz de la Revolución Francesa, que constituye el inicio de la era contemporánea por los cambios históricos tan rotundos que conlleva. Por todo ello, el siglo XVIII tiende un puente con el pasado, a través del Barroco tardío y el Rococó, y con el futuro, a través del Neoclasicismo. Con los dos primeros el arte sigue sirviendo a los poderes políticos y religiosos de la época, pero con el tercero se desvincula de esta sumisión para asumir un sentido completamente estético que abre el camino a la Edad Contemporánea.

Pintura Barroca: Narciso, Caravaggio

Pintura Rococó

Pintura Edad Moderna

Edad Contemporánea
En esta Época las premisas básicas son la libertad y el progreso dentro de unmundo que cambia de manera vertiginosa al compás de los acontecimientos políticos y de
las innovaciones tecnológicas. Por eso, en los siglos XIX y XX el arte adquiere un carácter
internacional y se diversifica en un gran número de movimientos que, o bien afines o bien
opuestos, se suceden rápidamente coincidiendo al mismo tiempo unos con otros. La época contemporánea, que en realidad se fragua ya en el último decenio del siglo XVIII como consecuencia de la Revolución Francesa y de la Revolución Industrial, lo que convierte a Francia y a Inglaterra en los focos europeos más importantes tanto a nivel histórico como artístico. Desde el punto de vista político, son fundamentales
la restauración monárquica, las revoluciones burguesas y la expansión del mundo occidental
a través del imperialismo y del colonialismo. Tras la Revolución Francesa sobreviene un período
de permanentes conflictos en los que la burguesía triunfante intenta frenar tanto a las fuerzas
republicanas más extremistas como a las conservadoras que aún aspiran a recuperar sus
antiguos privilegios.


Claude Monet


Paul Cezanne


Pablo Picasso

Salvador Dalí